LA SENCILLEZ
Sencillez es la cualidad de sencillo (que no tiene composición, carece de ostentación o no ofrece dificultad). Este adjetivo puede aplicarse a las personas o a los objetos.
Una cosa sencilla puede ser aquella que no tiene artificio ni gran elaboración. Por ejemplo: “Este es un mecanismo sencillo, con una polea para no tener que hacer tanta fuerza”, “Mi padre ideó un plan muy sencillo para lograr que Bobby no se escape del patio”, “Las primeras computadoras eran máquinas sencillas con poca capacidad para realizar cálculos”.
Lo sencillo también puede estar vinculado a aquello que no presenta dificultad: “Por suerte, fue un examen sencillo”, “Puede parecer sencillo, pero la realidad es que este problema es de difícil solución”, “Te estoy haciendo una pregunta sencilla, no tienes que pensar tanto: ¿dónde estuviste anoche?”.
En este sentido, hay que dejar patente que, de manera coloquial, muchas veces sencillez y facilidad se utilizan absolutamente como sinónimos. Así, por ejemplo, se puede decir “El examen de Historia fue sencillo” o “El examen de Historia fue muy fácil”.

DIFERENCIAS ENTRE SENCILLEZ Y HUMILDAD : Ser humilde es reconocer nuestras debilidades, cualidades y capacidades y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo.
Para ser sencillo debes ver las cosas con claridad.. no sobre actuar... tomar todo con calma...no ser problemática..
Las dos están muy relacionadas pero se nace con humildad aunque se debe trabajarla... y es un valor muy apreciado...
Y la sencillez creo que se puede trabajar y es muy particular de cada persona.

CARACTERÍSTICAS DE LA SENCILLEZ:
- es estar libre de disfraces y complicaciones, cualidades que garantizan el trato veraz y sin dobleces.
- La persona sencilla puede ser incauta y fácil de engañar, porque se entrega, pero el engaño, como no es real, no la puede afectar.
- La sencillez no necesita adornos ni hacer ostentación, porque es como el agua, que sin tener ni gusto, ni sabor, ni color, es igualmente necesaria.
- Para ser auténtico hay que empezar por ser sencillo, no escabroso, dificultoso, arduo o peligroso, deseoso de mostrarse tal cual es, sin afectación ni ningún decorado, porque el hábito no hace al monje y el mejor atavío no nos puede decir nada de alguien, aunque esté lujosamente engalanado.